La Red de Sitios de Memoria y la Unidad de Cultura, Memoria y DDHH, está desarrollando un proyecto conmemorativo para plantar árboles en memoria de los más de 3.000 víctimas de desaparición forzada y ejecución política de la dictadura civil militar de 1973-1990. Ante el horror y la muerte los árboles son vida; vida que trasciende nuestras biografías como seres humanos y que se encumbra hacia el futuro. Este acto quiere representar la opción que tomamos como país de vivir juntos y resolver nuestras diferencias sin matarnos unos a otros, sin dañarnos ni perseguirnos. Se trata de un desafío como sociedad, porque las fuerzas que nos llevaron al horror durante la dictadura no son ajenas a nuestra historia como humanidad. Están siempre ahí, al acecho y pueden aparecer como tentación e incluso como razón cuando los conflictos escalan y se nos vuelven difíciles de resolver.